En 1992, Mercer intenta desesperadamente reconstruir su vida y su relación con su hijo en medio de la turbulenta revuelta de Los Ángeles tras el veredicto de Rodney King. Al otro lado de la ciudad, otro padre y su hijo ponen a prueba su propia relación tensa mientras planean un peligroso atraco para robar convertidores catalíticos, que contienen platino valioso de la fábrica donde trabaja Mercer. A medida que aumentan las tensiones y estalla el caos, ambas familias llegan a su punto de ebullición cuando sus mundos chocan.