Después de determinar que Shinjuurou había sido encarcelado, Rie acompaña a Izumi a la prisión, donde ambos quedan bajo el hechizo del novelista y se convierten en personajes de su «novela» junto a Shinjuurou. Cuando Inga determina que esto es obra de una deidad conocida como Bettenou, Kazamori logra hacer uso de un par de esposas Taser para devolver a Shinjuurou a la realidad. Shinjuurou investiga el verdadero asesinato y determina que el culpable es una de las «actrices», que mató al «director», que en realidad era un guardia de seguridad que intentaba ayudarla a escapar, porque creía que la estaban excluyendo de la película. Mientras tanto, Inga consigue sacarle la verdad al novelista mientras Bettenou desaparece.