El primer ministro decide a regañadientes sacrificar a Momiji para salvar a Japón de la creciente infestación de Arigami. Momiji, todavía afligida por la pérdida de Kusanagi, acepta su destino y va con el gobierno para ser sacrificada.
We have detected that you are using extensions to block ads. Please support us by disabling these ads blocker.