Hannah llega a la ciudad desesperada por obtener respuestas sobre la desaparición de Sam. Tratando de evitar a su cuñada, Annalise decide enfocarse en el caso de Jackie Wilson, una mujer que denuncia a su esposo por mantener cautivas a dos menores de edad en su sótano. Mientras los chicos están moralmente indignados por defender a Jackie, Annalise y Bonnie luchan por conseguirle un acuerdo con la fiscalía. Una vez que Annalise descubre que su cliente es cómplice y no una víctima, deja el caso. Mientras tanto, Laurel confiesa a Frank tener miedo de ser descubiertos por las evidencias que pudieran encontrar en la camioneta de Connor; Frank roba la camioneta y la destruye. Por otra parte, Laurel intenta mantener a los chicos unidos. Connor le confiesa a Oliver que es la única persona en la que confía. Finalmente, Hannah exige la verdad a Annalise, quien le revela que en un principio intentó cubrir las huellas de Sam en el caso de Lila pero no sabe dónde se encuentra. Rebecca y Wes descubren por las noticias que los restos de Sam fueron hallados. En un flashback a las vacaciones decembrinas, se muestra cómo Annalise se recluyó en una habitación de hotel para evitar a Hannah; cómo Wes no puede dormir sin tener pesadillas sobre lo ocurrido, Connor se dio cuenta que quiere estar con Oliver; Laurel revela a su familia que está saliendo con dos chicos al mismo tiempo y Aiden pospone su boda con Michaela.
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