El «Rana» Soldati, jugador que convenció a varios compañeros pertenecientes a la cartera de los Protectores de pasarse a la nómina de Cartens, está siendo vendido al Sportivo Cuomo. Enterados de esto y con la sangre en el ojo, los Protectores implementan un nuevo atentado para continuar la guerra contra Ernesto Cartens: arruinar el pase.