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Cuando Sarah tiene suerte en una dulce habitación de un dormitorio en los Apartamentos Asilo Del Mar en Los Ángeles, cree que ha ganado el premio gordo. Tiene mucho espacio, inquilinos amigables, barbacoas grupales e incluso un lindo vecino de al lado. No todo es lo que parece: ruidos fuertes comienzan a mantenerla despierta por la noche; falta su gato; todos parecen ser un poco serviciales y amables, excepto el bicho raro, Lester. Pronto, Sarah se entera de que no eligió este apartamento, sino que la eligió a ella.