Basada en hechos reales, Let the River Flow se desarrolla en medio de la dramática controversia de finales de los años 1970 y 1980, en la que un movimiento popular liderado por la comunidad sámi se levantó para oponerse a la central hidroeléctrica que se estaba construyendo en Altajoki en Norte de Noruega y, al mismo tiempo, defender el derecho de los sámi a existir. Ester, una profesora acostumbrada a ocultar su identidad sami, termina en una situación con los acontecimientos de Alta, donde ya no parece posible ocultar sus propios orígenes a la sociedad que la rodea.