Trata de Jean-Claude Van Damme haciendo de sí mismo como un actor en una racha de mala suerte. Está mal de dinero, su agente no le encuentra una producción digna, y el juez del pleito por la custodia de su hija está dispuesto a dársela a su ex-esposa. Regresa a su casa de la infancia de Bruselas, la capital de Bélgica, donde todavía se considera un icono nacional.
Cuando entra a una oficina de correos para recibir una transferencia bancaria, se encuentra en medio de una situación de rehenes. Debido a un error, la policía cree que Van Damme es responsable por el crimen. Como los acontecimientos se ven desde diferentes perspectivas, Van Damme se encuentra actuando como héroe para proteger a los rehenes, como un negociador y como el supuesto autor.