
Después de su separación, Jana y Kurt comparten la custodia de su hijo Kurt. Kurt, ya adulto, se muda a Brandeburgo con su nueva novia, Lena, para estar cerca del pequeño Kurt. Un día, el pequeño Kurt muere en una caída y la familia no sabe cómo lidiar con su dolor. Lena intenta ayudar a Kurt, pero ella misma está muy afectada. La joven relación se enfrenta a una prueba difícil y nadie está seguro de cómo proceder.