En el año 1250 a.C. A finales de la Edad del Bronce, dos naciones emergentes comienzan a chocar. Paris, el príncipe troyano, convence a Helen, reina de Esparta, para que deje a su esposo Menelao y navegue con él de regreso a Troya. Después de que Menelao descubre que los troyanos se llevaron a su esposa, le pide a su hermano Agamemnom que lo ayude a recuperarla. Agamenón ve esto como una oportunidad de poder. Entonces partieron con 1,000 naves con 50,000 griegos a Troya. Con la ayuda de Aquiles, los griegos pueden luchar contra los troyanos derrotados nunca antes.