Cuando Himuro descubre que su subalterno en el laboratorio de Ikeda, Kosuke, ha gastado más de 220 mil yenes en su amada Aika y la abraza todas las noches cuando se va a dormir, se estremece al darse cuenta de que el único regalo que le ha dado a Yukimura es un cuaderno, y que ella nunca lo abrazó mientras dormía. Le preocupa no poder llamar objetivamente «amor» a lo que siente. Mientras Yukimura y Himuro debaten interminablemente sobre el «amor» usando números, Kanade propone que los dos tengan una cita, pero…