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El pecado es como un ángel

Después de que Kyoko le arroja un paquete de sal a Sho, que tenía la intención de tirar un rollo de huevo dulce porque no le gustan las cosas dulces, ella comienza a estresarse y arrepentirse de sus acciones porque creía que podría haberle revelado su verdadera identidad. Sho comienza a sospechar que ‘Kyoko’ es, de hecho, la ‘Kyoko Mogami’ que conocía desde la infancia. Él recuerda un incidente hace algún tiempo que involucró a Kyoko mirando un artículo cosmético en una tienda que le gustaba y le había dado un nombre. Él usa este cosmético que ha recogido y revela con éxito la identidad de Kyoko al atraerla para que recuerde el nombre que una vez le había dado a este artículo (un nombre que solo ellos dos conocen).