Con la reciente derrota del hijo de Meijin, Hikaru pasa su día normalmente. Sin embargo, Akira está obsesionado con el juego que perdió. No hará nada más que mirar el tablero de Go y volver a jugar el juego que perdió. Cuando se entera de que Hikaru está en un torneo de Children’s Go, se apresura allí con la esperanza de enfrentarse a Hikaru y pedir una revancha.