Al darse cuenta de que Hikaru se está volviendo más fuerte, Ochi se traga su orgullo y decide pedirle ayuda a Akira. Cuando Akira le cuenta a Ochi sobre el juego que Hikaru jugó contra Su-Young, Ochi se da cuenta de que Hikaru es una amenaza seria y que tres semanas podrían no darle suficiente práctica. Sin embargo, Ochi todavía no entiende por qué Akira está obsesionado con Hikaru, obligándolo a mostrarle a Ochi el partido en el Go Salon de hace dos años, ¡el juego donde Hikaru lo destruyó!