Chieko, la hija del gerente de Amamizukan, se entera de que su madre planea vender el lugar y los residentes tendrán que mudarse en un año. Los Amars asisten a una presentación sobre el proyecto de renovación urbana para protestar, donde se encuentran con Shū (que todavía no reconoce a Tsukimi en su ropa normal), pero se van rápidamente ya que no pueden soportar ser observados. Cuando el líder del proyecto, Inari, asume que Shū planea respaldar a la oposición, ella lo saca para convencerlo de lo contrario, lo que Tsukimi ve. Molesto por su disposición a rendirse, creyendo que esa es la razón por la cual Tsukimi está molesto, Kuranosuke decide hacer los cambios de imagen de los Amars para que puedan ser tomados en serio.