A mitad de su regreso a casa, Vera, Rocío y Carlota eligen desviarse para buscar a Marcela, que ha vuelto a trabajar para El Sapo. Determinada a salvarse a sí misma y a Mike, Marcela tolera el abuso de Joshua pero cuando ella se reencuentra con sus tres nuevas amigas, él —temeroso de ser abandonado— las amenaza a todas y las lleva al límite.