En una villa lluviosa, una noche pasada con Enrique VI vuelve a la memoria de Richard. Buckingham, sabiendo a quién amó Richard una vez, se da la mano con el rey. «Di el nombre», le dice, «mi nombre». La villa es visitada por Tyrell, el asesino que se llevó a George y a los demás. Buckingham se sorprende cuando se da cuenta de que Tyrell es la viva imagen de Enrique VI. Mientras tanto, en Londres, Richmond está en movimiento por el trono.
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