Tokkou: 1x6

En una reunión a puerta cerrada con el concejal Ogata, la superintendente Ibuki le revela a su superior que Ranmaru es un posible simbionte y le dice que lo matará si es necesario. Más tarde, Ibuki le informa a Kureha para ver si Ranmaru tiene el simbionte dentro de él. De vuelta en la oficina de TOKKO, todo era normal hasta que Muramasa le informa a Ranmaru que entretenga a Kunikida, quien no fue a trabajar porque estaba enojado con los funcionarios de la NPA por negar su orden de allanamiento en el edificio forense. Ranmaru estaba a punto de contarle a Kunikida lo que pasó en el edificio forense anoche cuando Kureha llegó en su moto. Los dos salieron a visitar un carnaval y un cementerio, poniendo una flor en dos tumbas. Kureha le dice a Ranmaru que las tumbas pertenecen a sus padres y a su hermano menor, quienes fueron asesinados a raíz de la masacre de Machida. De su conversación, Kureha descubrió que Ranmaru tenía el simbionte, pero le advirtió que lo pensara si quería que el simbionte despertara dentro de él, con la posibilidad de convertirse en un demonio. Cuando Ranmaru le preguntó qué le sucedió a su hermano menor, Akito, Kure había bromeado diciendo que lo mataron. Pero cuando los dos regresaron a la ciudad, Kureha lloró con el casco de su motocicleta ocultándolo y se descubrió la verdad: tuvo que matarlo cuando el simbionte de Akito lo volvió loco y lo convirtió en un demonio Gaki Phantom.