Miyako se entera de que la chica que había arrojado al lago el día anterior era en realidad su senpai en el club, esto la lleva, en su personalidad «Pink», a tratar torpemente de ocultar su identidad a Sayako para evitar confrontaciones. Ella comienza a disfrutar más de las actividades del club, a pesar de que se ve obligada a entrenar desde temprano en la mañana, debido a las oportunidades que brinda el kendo para dañar a otros legalmente. Finalmente, Toraji la convence de que se disculpe y se hace amiga de Sayako.